martes, 20 de junio de 2017

1:59 am

Puedes escribirme
De vez en cuando
Cómo te gusta

Y te voy a leer en un instante
Me sonrojaré.
Y gritaré al volumen permitido.

Y te irás.
Sin más que decir
Sin volver a aparecer
Hasta que quieras
Hasta que puedas
Y esperaré

Me escribirás
Al inicio de la madrugada
Y voy a responder
Lo que sea
Que te espero
O que te odio
O que simplemente
Ya no te vayas

Y te irás
Con tanto que decir
Tantos días pasarán
Tanto te pensaré
Y no volverás
Sin que la ocasión se pierda
Tienes pendiente
Que te estoy esperando
Deseando
O tal vez llorando

¿dónde estás?

Me he preguntado más de un millón de veces dónde estarás, y mi cabeza se enreda, se pierde, y no vuelve.

Desde que apareciste, todo cambió, lo poco que tenía, lo poco que hacía, lo mucho que pensaba.
Llegaste de la forma más inesperada e insegura que existe, y tantas ilusiones tengo ya, más de lo que me darás, y yo que todo te lo daré.
Llegaste tan perfecto, el conjunto de tu voz y tus palabras, tu cuerpo y tus movimientos, tu cuerpo con el mío, tú alma y la mía.
Llegaste para quedarte, la pregunta es ¿dónde?

¿dónde se busca algo que no existe? ¿existe el lugar o está en mi imaginación?
Tengo que encontrarte.

A veces pienso, que posiblemente no eres real. Que te creo mi mente y te necesita cada vez más.