Me cuesta trabajo recordar.
Recordarte, ¿sabes? tengo tanto tiempo conociéndote, o eso es lo que creo, me parece que te conozco perfectamente, podría contar tanto de ti, podría escribirte, y trataría de contemplarte.
Me cuesta trabajo recordar.
Recordarme, ¿sabes? tengo tanto tiempo conociéndome y no estoy tan segura, me parece que ni me conozco y soy una completa desconocida, no podría escribirme ni trataría de contemplarme.
Pero me es más difícil recordarnos.
En nuestro momento nada me ayudó. Ni mi consentimiento, ni el lugar, ni tus pensamientos, ni lo que fuera que nos rodeara.
Me parece que todo sucedió en un parpadear.
Recuerdo tanto tus besos, cada caricia y cada estallido. Sé que grito mucho, pero te juro que mi alma explotaba y eso tampoco me ayudaba. Me encantó tu poder, no creía en ti, ni en la posibilidad ni mucho menos en responderte. Pero tú me lo pediste. Tú me buscaste y creo que me encontraste. Reconozco la situación y no la desconozco por que acepto la idea; en que estamos tocando el cielo, en que conocemos el infierno, pero aquí estamos, en el triste mundo. Sí podría viajaría siempre contigo a todos lados, pero no podemos. No podemos ni si quiera mirarnos a los ojos, o besarnos sin estallar o poder estar juntos, Es nuestra naturaleza, que negamos lo que conocemos. Y tu y yo nos conocemos tan bien, por eso estoy contando de ti, por eso escribo de ti, por eso te contemplo, te recuerdo y te deseo también.
Espero y me recuerdes.
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