Es como cuando te das cuenta de lo profundo que haz caído. Qué aunque te.estabas ahogando podías respirar. Qué primero salió el arcoiris y después llegó la tormenta. Qué tienes que decidir entre qué y quien estás, más no el porqué puedes dejar de estar. ¿Y dónde se ha llevado tú cuerpo a tú alma? La dejas ir, cuando deberías llevarla contigo.
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